La Platanera, un lugar escondido en una isla para gente creativa

La Platanera es un lugar de experimentación artística, ubicado en una isla lejana, que abraza la ría de Arousa, rodeada de bateas y de un bello paisaje de inigualable belleza. Andrea Fernández Rodríguez es el alma que inspira a cientos de jóvenes creativos, que muestran interés por técnicas como la serigrafía. La Platanera es casa, taller e inspiración para gente creativa. Hoy nos adentramos en su mundo. Y este viaje no lo hago sola. ¿Me acompañas?

Se dice platanera al viento moderado que tiene fuerza suficiente para desarraigar los plátanos. Con esas mismas ganas nace La Platanera, un espacio abierto a la creatividad, donde el tiempo se detiene para dar rienda suelta a la imaginación. Un lugar para desconectar y reconectarse con la esencia de lo hecho a mano.

La Platanera es una casa-taller escondida en una bonita isla situada en el suroeste de Galicia, en A Illa de Arousa (Pontevedra). Para acceder a este insólito lugar, hay que cruzar un puente, donde es posible contemplar una de las escenas más bellas de esta tierra de mariscadores. Cientos de pequeñas embarcaciones se agolpan como una colmena de abejas y abrazan el perímetro del puente mientras faenan al raño (técnica que se utiliza para mariscar) en un mar de aguas transparentes, teñidas de color verde esmeralda.

Andrea Fernández Rodríguez (A Illa de Arousa, 1985) vive en una isla, pero no está aislada. En su platanera particular, se escucha el zumbido de una enorme palmera, que quizás sin saberlo, de forma insconsciente, le sirvió de inspiración para bautizar al espacio que hoy es su taller. El espacio está situado en un antiguo “alboio” donde sus abuelos, Flora y Andrés, guardaban sus aparejos de pesca. Hoy es un lugar de encuentro para jóvenes creativos con ganas de aprender técnicas nuevas, centradas en la ilustración y en la serigrafía. Pero también en otras disciplinas artísticas. “Hay gente que escucha artes gráficas y piensa en mecheros y camisetas. No soy eso. Yo no voy hacer las camisetas del Albariño (fiesta popular de la localidad vecina de A Illa, Cambados). Yo hago otras historias”, señala.

El nombre de La Platanera me vino de repente cuando estaba en Madrid. Quería crear un espacio para más personas. Y La Platanera me parecía una palabra muy positiva. Me recordaba a lo que es vivir en la isla. Tenía cierta sonoridad con las ``aes``, las ``es``. Me recordaba al amarillo, mi color favorito. No nació en una época feliz y alegre. Hubo muchos cambios personales y profesionales. Pero nació para sobreponerme. ¡Me lo creo y lo hago!

La historia de Andrea es como la de muchos jóvenes que nacieron en la década de los 80 del siglo pasado. Estudiar una carrera y encontrar un buen trabajo. Como tanto de nosotros, se preparó a conciencia y estudió la doble titulación de Publicidad y Relaciones Públicas y Comunicación Audiovisual, en Madrid. Después realizó un Máster en el CIEC (Centro Internacional de la Estampa Contemporánea) en Betanzos (A Coruña), se fue a Berlín durante 6 meses gracias a una beca y volvió a hacer otro Máster en Dirección de Arte nuevamente en Madrid. Pero nada, el trabajo de sus sueños no llegaba y Andrea decidió regresar a su tierra, a sus orígenes. Fue un shock. Y quizás el revulsivo que le hizo encontrar su camino y liberarse de los miedos que a tantos jóvenes nos atrapan.

“Al principio sentí cierto agobio. El problema está en la cabeza de uno mismo y en las limitaciones que cada uno se pone. Las oportunidades te las das tú. Cuando te sientes bien contigo misma y completa, al final todo empieza a encajar”, nos cuenta. Después de darle vueltas a la cabeza, todo empezó a tomar forma. Primero su madre la sorprendió poniendo pladur al “alboio” con el que tanto soñaba para experimentar y crear por sí misma diferentes objetos. Eso la llevó a reformar el espacio de arriba abajo, a recuperar objetos en deshuso, a materializar su primera colección, a participar en sus primeros mercadillos, … .Y a crear lo que hoy es un lugar mágico, por donde pasan artistas procedentes de toda la península dispuestos a compartir sus conocimientos.

Andrea al final apostó por lo que mejor sabía hacer, lejos de la gran ciudad, y cerca de los suyos. Y acertó. Hoy en La Platanera imparte cursos de serigrafía cerámica, encuadernación artesanal, caligrafía, carvado de sellos, estampación o plaiting. También alquila el espacio para eventos. Y organiza residencias para artistas varias veces al año. Una vuelta de tuerca, una lección de creatividad y valentía. Porque si mahoma no va a la montaña, la montaña vendrá a Mahoma.

Sucesos, una bonita libreta hecha a mano

Libreta sucesos, La Platanera

Este viaje no lo he hecho sola. Por primera vez, me ha acompañado mi madre. Y me ha regalado el cuaderno “Sucesos”, que ha ilustrado y encuadernado a mano Andrea. Escuchar su testimonio me ha servido para seguir haciendo lo que me gusta, para sacar del armario los miedos escondidos y seguir apostando por otro camino, que no es mejor, ni peor, diferente.

¿Quieres más información sobre La Platanera?

La Platanera ofrece numerosos cursos, talleres y residencias. Todos molones. Estamos seguros de que te encantarán. No les pierdas la pista y sigue a Andrea en su web y en sus redes sociales.

2 Comentarios
  • La Platanera
    Posted at 09:21h, 25 enero Responder

    Gracias María por el genial artículo y gracias por la visita al taller que me hicisteis tú y tu madre. Sigue escribiendo así de bien y vuelve a visitarme 🙂

    • Admin
      Posted at 12:04h, 25 enero Responder

      ¡¡¡Gracias a ti por tu trabajo y por ser una persona realmente inspiradora!!! Volveré a La Platanera seguro.

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