La casa del cobre en la casa taller de Álvaro Catalán de Ocón | By Cousiñas

5 curiosidades sobre el cobre

Jueves. 19:00 horas. Un coche de Cabify me recoge en la puerta de mi casa. El conductor, amable, elegante, buen orador y muy cordial me abre la puerta y conduce hasta la recién bautizada La Casa del Cobre. Este misterioso lugar no es ni más ni menos que el estudio casa del diseñador industrial Álvaro Catalán de Ocón, conocido por su colorida lámpara Pet Lamp, entre otros muchos, muchísimos trabajos. En la puerta nos reciben con los brazos bien abiertos y nos indican que pertenecemos al grupo A. Todo un misterio.

Me encuentro con Antonio, director de la revista Room, en papel, sobre diseño y arquitectura. Una apuesta arriesgada, me comenta Antonio. Antes de lanzarla, nos agarramos a lo que había dicho la revista Wired sobre la sempiterna utilidad de los medios en papel. Palabra de Wired, me susurra. Y también a que mis sobrinos compran revistas en papel. Qué valiente, le respondo. Ya en el interior del espacio, una amplia mesa con diferentes objetos realizados en cobre preside lo que podríamos considerar como salón. Un espacio cálido, acogedor, que rezuma y desprende olor a madera, que arde en una inmensa estufa, que da calor, mucho calor.

En La Casa del Cobre descubrimos de la mano del Instituto Europeo del Cobre muchas curiosidades sobre este metal, que está presente en las legumbres, las verduras o el chocolate. Que su uso se está extendiendo hasta las UCIs de los hospitales porque previene el contagio de infecciones, ya que este material tiene la propiedad natural de matar las bacterias. También qué es ideal para la cocción de la cerveza y la elaboración del queso parmesano. Que es materia prima de monedas de euros y céntimos y que es esencial en el desarrollo de las energías renovables. De fondo, suena la melodiosa música jazzística del saxofonista Ariel Brínguez, todo un gusto para nuestros castigados oídos, más acostumbrados al ruido de los claxóns y del bullicio de una ciudad que nunca duerme y que siempre te sorprende, como hoy.

No puedo dejar de escuchar la armonía que desprende su saxo, también hecho de cobre. Miro hacia un lado y hacia otro y todo me recuerda a la presencia de este metal, tan desconocido. Saludo a Álvaro Catalán de Ocón. Le agradezco su generosidad. Llega más y más gente. Me despido por un momento. Escucho atenta todo lo que se cuece en este espacio tan inspirador, rodeado de objetos envolventes e hipnóticos. Su cornucopia, una lámpara sencilla, reducida a la mínima expresión, elegante, sobria, bonita. Menos es más. Sigo observando. Me encuentro con Rayuela, un taburete de tres patas basado en los diseños tradicionales de baldosas que pueden extenderse hasta el infinito. Alguien me recuerda que soy del grupo A.

Cambiamos de estancia. Me dirijo hacia el almacén donde Álvaro Catalán de Ocón guarda parte del material para sus diseños. Entre ellos las tulipas que utiliza para la Pet Lamp, una lámpara muy especial, que nació de la mano de un proyecto de reutilización de objetos, en concreto del plástico. Las botellas de plástico tienen una vida útil muy reducida. Tras su efímero uso, se desechan. Y curiosidades de la vida moderna, este material tarda cientos de miles de años en descomponerse. Este fue el punto de partida para que el diseñador madrileño organizase un taller con artesanos indígenas del Cauca, desplazados por la guerrilla de Bogotá. Y explorase con diferentes técnicas de cestería, que desempeñan un papel muy importante en la vida social de las comunidades aborígenes. La boca de la botella sirve de base. El cuerpo de urdimbre. Hoy se teje por artesanos de multitud de partes del mundo: Colombia, Chile, Etiopía, Japón y Australia. ¡Es una verdadera maravilla!

En el almacén nos recibe la artista Ruth Uve, que nos enseña en poco más de media hora las infinitas posibilidades que puede tener el cobre y el latón en la decoración. Montamos un candelabro, que por supuesto hacemos cada uno de los que allí estamos. Nos lo llevamos en una caja, tan contentos como quién estrena zapatos nuevos. Poco más tarde nos vamos con nuestro objeto recién creado en mano y una empanada cortesía del catering Zabala (¡Increíbles sus empanadas de bacalao con pasas!). Y con la sensación de que hemos aprendido mucho sobre el cobre. Que desconocemos sus diferentes usos. Y nos quedamos con ganas de más, de experimentar y jugar con este elemento tan antiguo como la humanidad.

¡Extra, Extra! 5 curiosidades más sobre el cobre

El cobre es un material muy antiguo. Dos tercios se extraen de las minas. Y el tercio restante de los objetos realizados con cobre reciclado. El cobre nunca pierde sus propiedades.

Bernini utilizó cobre reciclado para la cubierta del Panteón de Roma.

El cobre se utiliza para la generación de la electricidad. Lo utilizamos como conductor y como soporte de los objetos que necesitamos para generar luz.

El cobre está oculto en nuestro organismo. Cada uno de nosotros necesita 1,3 milígramos de cobre cada día. Está presente en hortalizas, verduras e, incluso, el chocolate.

El cobre tiene la propiedad natural de matar bacterias. Esto lo hace muy útil como material para los hospitales. En EE.UU se redujeron a la mitad las infecciones en aquellas estancias que incluían cobre.

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